Si las tremendas tetas de Erika Mitdank quedaron grabadas en tu memoria considerate afortunado, porque esa gloriosa abundancia ya no existe: al quitarse los implantes, la bebota cometió un imperdonable patycidio. “Los 110 centímetros que me puse eran demasiado para mi cuerpo menudo” dice tratando de justificar el recorte, “me sentía incómoda porque me pesaban [...]
↧